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10 Advertencia para los usuarios del himnario de letra Todos los himnos que integran este himnario Sólo a Dios la gloria están sujetos a las leyes de Derechos de Autor, por lo que en caso de querer utilizar alguno de ellos, al final de este himnario se encuentra la relación de dueños de los derechos respectivos para proceder a solicitar los permisos correspondientes a su dueño. También, Publicaciones El Faro S.A. de C.V. se sentirá honrada al poder servirle en caso de duda o que solicite información adicional, por favor, comuníquese con nosotros. En virtud de que en parte ha sido una recopilación de himnos de diversos himnarios editados y no editados formalmente, nos hemos cuidado de obtener los permisos necesarios de sus autores, compositores y administradores de derechos de autor. Sin embargo, quizá hemos omitido algún dueño de himno, por lo que suplicamos, en tal caso, que se comunique a Publicaciones El Faro, empresa designada por la Iglesia Nacional Presbiteriana de México para administrar este himnario, con el fin de obtener el debido reconocimiento de acuerdo a las leyes nacionales e internacionales de derechos de autor y propiedad intelectual. Himnario Evangélico Presbiteriano Sólo a Dios la gloria Iglesia Nacional Presbiteriana de México, 2002 Preparado por la R. Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México Todos los versículos bíblicos utilizados en el Himnario fueron tomados de la revisión Reina-Valera 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina,1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Otras revisiones: 1862, 1909 y Publicaciones El Faro, S.A. de C.V. Abasolo Nº 93 Col. del Carmen, Coyoacán C.P , México, D.F. Tel , fax ª Edición, abril ª Edición, julio ª Reimpresión, junio ª Reimpresión, marzo ª Reimpresión, junio de ª Edición, julio de 2011 Impreso en Corea, 2011.
13 PRESENTACIÓN La Iglesia Nacional Presbiteriana de México, como parte de la Iglesia Universal, se inserta en la historia de nuestro país desde hace más de un siglo y cuarto, y hoy está presente en casi todo el territorio nacional. Nuestra iglesia siempre ha observado fidelidad a las Sagradas Escrituras, considerándolas como su única regla infalible de fe y práctica de la vida cristiana, así como también a la rica tradición heredada de la reforma religiosa del siglo XVI, misma en la que se reincorporó al culto público, la alabanza del pueblo al Dios vivo y verdadero. Los presbiterianos de México hemos aprendido desde temprana edad que la alabanza se tributa a Dios quien merece toda honra, toda gloria y todo honor. Himnos como «Con cánticos, Señor», «Hoy te alabamos Dios de bondad», «Sólo a ti, Dios y Señor» y «Santo, santo, santo» son algunas de las joyas musicales de mayor arraigo entre el pueblo presbiteriano, mismas con las que se ha dado gloria a Dios y edificado a su Iglesia por más de cuatro décadas. La Biblia dice que: «Dios habita en medio de las alabanzas de su pueblo», Salmo Es por eso que su iglesia siempre ha gozado de su presencia, toda vez que le canta y le exalta. En el pasado se usó música de origen sajón, consagrada para el canto congregacional, y la himnología protestante se enriqueció con las traducciones y composiciones originales de himnólogos mexicanos como Juan B. Cabrera, Eleazar Z. Pérez y Vicente Mendoza, por mencionar sólo algunos. Hace ya más de cuatro décadas, nuestra Iglesia adoptó una colección de himnos que editó en el volumen denominado «Himnario Evangélico Presbiteriano», mismo que ha cumplido su ciclo al finalizar la década pasada, y es precisamente en el ocaso del siglo XX, que la Respetable Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, decidió que se iniciara el proyecto nacional de un nuevo himnario evangélico. Es así como se nombró una comisión para que trabajara en la edición de este nuevo himnario que hoy, por la gracia de Dios, usted tiene en sus manos. Con este himnario del siglo XXI, la Iglesia Nacional Presbiteriana desea, en primer lugar, declarar que el Dios que adoramos y servimos merece toda la honra y la gloria; motivados por lo que enseña la Biblia y se resume en el catecismo como el fin principal del hombre: «Glorificar a Dios y gozar de él para siempre.»
14 El Dios trino y uno, en quien depositamos nuestra fe y esperanza, se ha manifestado en su palabra, y en ella se ha sustentado cada verso y cada estrofa de esta nueva producción de himnos evangélicos. Es, pues, para nosotros una enorme satisfacción poner al alcance de todo el pueblo presbiteriano de México, y de otras iglesias de habla hispana, esta colección de más de 700 himnos que componen este recurso de alabanza, denominado Sólo a Dios la gloria. Lo presentamos como un tributo de acción de gracias a Dios y a todo el pueblo presbiteriano de México, el día cinco de abril del año 2002, en la Iglesia Nacional Presbiteriana «El Divino Redentor» de la ciudad de Toluca, Estado de México, «para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado», Efesios 1.6. En el amor del Resucitado. «La luz en las tinieblas resplandece.» Jn.1.5 Pbro. Francisco Magaña Castellano Presidente de la Respetable Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México
15 INTRODUCCIÓN El canto es tan antiguo como la creación, «cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios». 1 A través de toda la historia el pueblo de Dios ha querido expresarle sus más profundos sentimientos, y nada mejor que por el medio del canto. Dios lo ordena: «Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra». 2 Están los ejemplos en la Biblia donde el canto es parte integral de la adoración; es en sí un acto de adoración. Con él respondemos a la gracia divina, comunicamos a Dios nuestra alabanza y amor, afirmamos unos a otros nuestra fe y proclamamos ante el mundo las verdades del evangelio. El nuevo Himnario Evangélico Presbiteriano Sólo a Dios la gloria ha sido preparado precisamente con el fin de proveer a las iglesias cristianas, y en especial a aquellas que están dentro de la tradición reformada, el mejor recurso posible para su uso en el canto congregacional. Los himnos y cantos del himnario respiran un evidente celo por el evangelio y por la pureza doctrinal. El himnario es teocéntrico en su orientación, de contenido eminentemente bíblico, y enfocado para guiar a los adoradores hacia el tipo de adoración que a Dios más le agrada. Sólo a Dios la gloria es el título del nuevo himnario, pues es lema de nuestro diario quehacer, y en especial de nuestro culto a Dios, tanto en privado como en público. En consecuencia, el himnario sigue las pautas del Catecismo Menor de Westminster que por respuesta a la primera pregunta, Cuál es el fin principal del hombre? afirma: «El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre.» Aun siendo dos los enunciados, con himnos y cantos en cada rubro: primero, glorificamos a Dios por todo lo que él es, y por lo que en su gracia ha hecho por nuestra redención en Cristo su amado Hijo; y segundo, habiendo el Santo Espíritu aplicado a nuestros corazones la redención comprada por Cristo, gozamos de la vida en Cristo, de la comunión con Cristo y del servicio por la causa de Cristo, así en el hogar, en la sociedad y hasta en la gloria; con todo, reconocemos que no son dos fines, sino que en conjunto expresan el único y solo fin principal del ser humano: Soli Deo Gloria.
16 Sólo a Dios la gloria es una colección de más de 700 himnos reunidos, algunos de la historia antigua, otros del rico acervo de la himnología tradicional evangélica, y los más de ese vasto y nuevo mundo que hoy por hoy nos ofrece la música religiosa contemporánea. Se ha dado cierta preferencia a obras de autores latinoamericanos incluso a los de nuestra propia Iglesia Nacional Presbiteriana de México a fin de ofrecer cantos en un lenguaje musical que mejor exprese la cultura e idiosincrasia propias de nuestra iglesia nacional. No olvidamos tampoco que nuestros antepasados en la fe cantaron del salterio, por lo que por primera vez incluimos en esta edición, una colección de 50 cantos basados en los Salmos. En lo musical, hemos bajado los tonos de muchos himnos para facilitar el canto congregacional. Se han hecho arreglos más sencillos para muchos de los himnos. En la edición de música se dan los acordes para guitarra. En algunos casos también se da la indicación de cuáles himnos y cantos se pueden entonar en forma seguida. Para quienes tengan el gusto de usar este nuevo himnario, ofrecemos algunas recomendaciones* de orden práctico: A ti, pastor: Dios te ha llamado a ser líder del culto. Eres predicador, administrador, educador y consejero. Pero todo se conjuga en el momento en que te presentas al frente de tu rebaño para llevarlo ante la presencia de Dios. Recuerda que el culto a Dios es nuestra más alta vocación, y uno de tus mayores privilegios es el de guiar a la congregación en una adoración sincera y verdadera. Todo lo que sucede en el culto anticipa y prepara la eternidad, cuando unidos con los santos alrededor del trono del Cordero, estaremos entonando sus alabanzas! Hallarás en Sólo a Dios la gloria una magnífica ayuda que equipa a la iglesia para adorar. Harías bien en familiarizarte con el presente volumen, de modo que puedas aprovechar al máximo la riqueza de sus letras y tonadas. Fíjate en el orden temático de los himnos, y cómo sigue el orden de doctrinas de nuestros catecismos y Confesión de Fe. Date cuenta que, además del texto lema para cada himno, ofrecemos para cada estrofa (y coro) un texto de referencia como apoyo bíblico. Haz uso juicioso de los varios índices, pues te serán de mucha ayuda. *Estas recomendaciones se tomaron del Trinity Hymnal, edición revisada, Great Commission Publication, pp 2b1af7f3a8